Top Gun: Maverick (2022) - Crítica

Come on, Mav, do some of that pilot shit!

Producción: Paramount Pictures, Jerry Bruckheimer Films, Skydance Productions.

Distribuidora: Paramount Pictures.

País: Estados Unidos.

Dirección: Joseph Kosinski.

Guion: Ehren Kruger, Eric Singer, Christopher McQuarrie. Personajes: Jim Cash, Jack Epps Jr. Historia: Peter Craig, Justin Marks.

Música: Harold Faltermeyer, Hans Zimmer, Lorne Balfe, Lady Gaga. Canción: Lady Gaga.

Fotografía: Claudio Miranda.

Montaje: Eddie Hamilton.

Reparto: Tom Cruise, Miles Teller, Jennifer Connelly, Jon Hamm, Glen Powell, Ed Harris, Val Kilmer, Lewis Pullman, Charles Parnell, Bashir Salahuddin.

Duración: 131 min.

Color, 2.39:1.

Plataforma: Amazon Prime, Filmin (Alquiler), Apple TV (Alquiler).

Prémiere en Cannes: 18 de Mayo de 2022.

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Con los BAFTA a la vuelta de la esquina, hoy os traemos la reseña sobre Top Gun: Maverick (2022), dirigida por Joseph Kosinski.

Sopresa en taquilla, la secuela de Top Gun ha logrado sacar -nada más y nada menos- que 1.488.732.821 $ en todo el mundo, con un presupuesto inicial estimado de 170.000.000 $.

Treinta años despúes, el capitán Pete Mitchell vuelve a Top Gun para reclutar a un equipo compuesto por los mejores pilotos de la marina norteamericana. La finalidad: una misión casi suicida que requiere algo más que valor y destreza.

Superados los primeros minutos, poco a poco nos irán desgranando detalles sobre ese lapso temporal de treinta años tras la primera entrega de Top Gun.

He de puntualizar que, en este aspecto, la película de Kosinski no peca de ser pretensiosa ni posee unas aspiraciones más elevadas que su propósito. Estamos ante una oda a la película original -aunque suene un poco raro el término "original"-, con un clima bañado por los ochenta en su más pura esencia. Banda sonora y estética visual se unen de nuevo aquí para recordarnos y sacarnos más de un guiño de la tan icónica película de 1986.

En este aspecto, la película cumple muy bien con su cometido. Estética y nostalgia. Dos armas poderosísimas que aquí, de la mano de Tom Cruise, Val Kilmer y, cómo no, Kosinski, se exprimen de manera muy acertada.

Si bien, la trama más que una excusa para que Maverick pueda lucir todos sus encantos al mando de un F18, cumple la promesa con el espectador. Porque, seamos realistas: vamos a ver Top Gun: Maverick porque nos gustó la primera y queremos más. Y en eso, han sabido satisfaccer al espectador.

En cuanto a la acción, en esta película han sabido superar el lapso temporal y adaptarla a los tiempos actuales. Escenas trepidantes y realmente... angustiosas y frenéticas son las que disfrutaremos desde nuestra butaca.

En el plano más formal, la fotografía hace los deleites de unas escenas donde los aviones, las puestas de sol y los planos contrapicados serán los principales protagonistas. La acción está servida, pero los encuadres y la fotografía harán el resto. Y, a todo ello le acompañará una correctísima banda sonora, que nos recordará en todo momento que estamos ante una secuela donde todo puede ocurrir.

Contraalmirante: "El final es inevitable, Maverick. Tu especie se dirige a la extinción". Maverick: "Puede que sí, señor. Pero no hoy".

El trabajo actoral es bastante disonante. Por un lado, tenemos al consumado Tom Cruise más que correcto que, junto con Jennifer Connelly forman la icónica pareja de esta secuela. Miles Teller, relevo generacional, pudo haber brillado un poco más aunque, el papel a defender ha tenido luces y sombras. Y, en medio de todo ello, irrumple un Glen Powell que ha sido revelación total, pues ha sabido lucir un personaje, a priori, nada sencillo.

Estamos ante una película palomitera, cargada de acción, pero de muchas dosis de nostalgia que no peca de pretensiosidad y ofrece tal cual lo que promete.