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Cuando las cosas son demasiado peligrosas para decirlas, cántalas
Producción: Bazmark Films, Roadshow Entertainment, Warner Bros., Whalerock Industries, The Jackal Group.
Distribuidora: Warner Bros.
País: Australia.
Dirección: Baz Luhrmann.
Guion: Jeremy Doner, Sam Bromell, Baz Luhrmann, Craig Pearce (Historia: Jeremy Doner, Baz Luhrmann).
Música: Elliott Wheeler.
Fotografía: Mandy Walker.
Montaje: Jonathan Redmond, Matt Villa.
Reparto: Austin Butler, Tom Hanks, Olivia DeJonge, Richard Roxburgh, Helen Thomson, David Wenham, Kelvin Harrison Jr., Kodi Smit-McPhee.
Duración: 159 min.
Color, UHD 4K.
Plataforma: HBO Max.
Prémiere en Cannes: 25 de Mayo de 2022.
Cuenta la leyenda que, en proceso de casting, un joven Austin Butler había dejado asombrado a todo el equipo al interpretar 'Love Me Tender' cual Elvis reencarnado.
Más allá de anécdotas al uso, hoy te traigo una crítica sobre la última obra de Baz Luhrmann ya que los Golden Globes, los BAFTA y los Oscars están a la vuelta de la esquina.
Se trata, nada más -ni nada menos- que un biopic sobre la vida de Elvis. Y, si en algo podemos estar seguros es que el listón de imitadores es tan interminable como elevado. Aunque yo siempre seré de la opinión de que, como él sólo uno. Bajo este condicionante, cualquiera que se adentre en la vida de Elvis, habrá tomado más que contacto con toda una larga tradición en torno a la figura del cantante. Con lo cual, el punto de partida de la obra de Luhrmann, partía con todo en contra. Y no olvidemos que, los biopics sobre músicos ha estado recientemente en auge. Véase Bohemian Rhapsody (2019), Rocketman (2019), La madre del blues (2020) y la reciente estrenada I Wanna Dance with Somebody (2022), entre otras muchas.
Sin embargo, han sabido colocar las piezas necesarias para arrancar la cinta y engancharnos como espectadores.
El tiempo se va a alterar durante todo el metraje, dejándole al espectador el papel de unificarlo y concebirlo en su propia cabeza. Es una película rompedora, no nos engañemos. Y, aunque por momentos caiga en el discurso tradicional de presentarnos la trama de manera lineal, siempre habrá algún elemento que consiga romper con ello durante la escena.
De manera discursiva, los diferentes planos con los que nos irán arrastrando hacia diferentes situaciones, son los que nos harán ver la película desde otra perspectiva. El uso del color, los encuadres -siempre cuidados- y los raccord -de sonido y de miradas jugando con el fuera de campo-, será un recurso técnico totalmente imprescindible durante el metraje.
Cuando las cosas son demasiado peligrosas para decirlas, cántalas
Pocos elementos se dejan al azar, lo que nos deja un resultado casi tan redondo como visionario. Nos ofrece una obra casi magistral -aunque con pequeñas trabas- que ya han eclipsado los ecos del tiempo del anterior del "otro Elvis" de Jonathan Rhys Meyers. Y, ojo que interpretar al "rey" siempre es terreno fanganoso y todo un reto.
En cuanto a Luhrmann ya sabemos cómo se las gasta y cómo es su estilo, pero aquí, en Elvis, funciona. Porque, al fin y al cabo, un biopic musical sin música, artificios, acordes imposibles y fuegos artificiales, se puede hacer muy largo. Más allá de la duración de la cinta, la trama, al igual que la vida de Elvis, tiene muchas sombras, tantas como focos y luces.
Os invito a echarle un ojo, además teniendo en cuenta de que ya tiene alguna nominación importante y puede que el nombre de Butler resuene para los Oscars.
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